viernes, 18 de noviembre de 2016

«¿Pero qué cosa piensa un tibio? Lo dice aquí el Señor: piensa que es rico. ‘Me he enriquecido y no tengo necesidad de nada. Estoy tranquilo’. Esa tranquilidad que engaña. Cuando en el alma de una Iglesia, de una familia, de una comunidad, de una persona siempre todo está tranquilo, allí no está Dios»


viñeta / dibujo Leonan Faro

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