domingo, 31 de diciembre de 2017

Abrazo

Con Jesús por la mañana.
¡En cambio qué bello es el aliento que el anciano logra transmitir al joven en busca del sentido de la fe y de la vida! () Las palabras que mi abuela me dio por escrito el día de mi ordenación sacerdotal, las llevo todavía conmigo, siempre en el breviario, y las leo a menudo, y me hacen bien. ¡Cuánto quisiera una Iglesia que desafía la cultura del descarte con la alegría desbordante de un nuevo abrazo entre los jóvenes y los ancianos!” (Papa Francisco). Agradece las gracias recibidas este año y ofrécelas por la intención del mes.

Con Jesús por la tarde.
“Después de cumplir todo lo que ordenaba la Ley del Señor, volvieron a su ciudad de Nazareth, en Galilea. El niño iba creciendo y se fortalecía lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él” (Lc 2, 39-40). ¿Aceptas disponible los tiempos de Dios? ¿Aceptas los tiempos diferentes de tus hermanos? Agradece el don de participar de la Red de Oración del Papa este año y comprométete a continuar en esta misión el año entrante.

Con Jesús por la noche.
Pon un nombre a tu semana. Tómate un tiempo tranquilo y mira tu semana. Recorre cada día. ¿Qué momentos han sido los más significativos para ti? ¿Por qué? ¿En qué momentos has sentido paz? ¿En cuáles no? Si puedes reconocer estas variaciones tendrás mayor claridad para cuidar la paz de tu corazón. ¿Cómo llamarías a tu semana? Disponte a iniciar un nuevo año con buen ánimo.


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