Día seis Novena de Navidad.
Con Jesús por la mañana.
“Parte prontamente: No espera que le avisen... ¡Ella, la Madre de Dios, da el primer paso! ¡Qué sincera es María en sus resoluciones! Ha dicho: ‘He aquí la esclava del Señor’, y lo realiza; recibe el aviso del Ángel, y parte. Este adelantarse en los favores, los duplica. Humilla tanto el pedir; evitémoslo, y sobre todo el prestar los favores de manera brusca, que hace más daño que bien” (San Alberto Hurtado sj). Practica la generosidad y el servicio con prontitud y buen humor, no esperes que te lo pidan. Ofrece tu día por la intención del Papa.
Con Jesús por la tarde.
“¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído lo que te fue anunciado de parte del Señor” (Lc 1, 43-45). Cuando te acercas a ayudar a otra persona, ¿despiertas buenos sentimientos en ella? ¿Cómo son tus modos en el servicio? Pide a María: “Dame tus modos, Madre, en el servicio”.
Con Jesús por la noche.
Recoge tu día. Busca un momento de sosiego interior. ¿Qué viviste hoy? ¿Cómo fueron los encuentros? ¿De qué estás agradecido? ¿De qué deseas pedir perdón? ¿Qué te propones para mañana?
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