Hoy, el Señor mismo te dice: "Vida en el Espíritu es vida de fe". Necesitas confiar en el Espíritu Santo que está dentro de ti. Confiar en la tierra, en el suelo maravilloso que que eres tú mismo. Tierra de Dios. Confiar en ese suelo y en la semilla que en ti fue sembrada por Jesús... y darle tiempo al tiempo.
No seas injusto contigo mismo y con el Espíritu Santo. Al diablo le gusta esa injusticia. Él quiere maltratarte con la auto-condenación. Tu te atormentas, te condenas creyendo que de nada sirve procurar seguir en la lucha, que tu conversión no fue verdadera, que tus raíces son pésimas, que continúas con tu mal genio, tus malas manías, tus pecados de siempre.
Atrévete a creer sin ver! Cuando te veas, no será más solo fe. Sucede como en la adoración del Santísimo Sacramento: no ves nada, excepto aquella hostia en la custodia, sobre el ostensorio. Lo mismo sucede con nuestra vida, no vemos nada.
Dificilmente estemos satisfechos con nuestro camino de santidad, y gracias a Dios por eso! Porque cuanto más santos, más santos necesitamos ser.
Ser impacientes con nosotros mismos es bueno, pero no compres los subproductos del diablo, que atormenta tu cabeza y tu corazón con acusaciones y deudas a cobrar. Por el contrario, confía!
Tu hermano,
Monseñor Jonas Abib
Fundador de la Comunidad Canción Nueva
Adaptación del original en portugués
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