jueves, 2 de mayo de 2019

RESONAR DE LA PALABRA - Evangelio según San Juan 3,31-36.


Evangelio según San Juan 3,31-36.
El que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra pertenece a la tierra y habla de la tierra. El que vino del cielo
da testimonio de lo que ha visto y oído, pero nadie recibe su testimonio.
El que recibe su testimonio certifica que Dios es veraz.
El que Dios envió dice las palabras de Dios, porque Dios le da el Espíritu sin medida.
El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en sus manos.
El que cree en el Hijo tiene Vida eterna. El que se niega a creer en el Hijo no verá la Vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él.

RESONAR DE LA PALABRA

Apreciados hermanos y hermanas:

Continuamos presenciando las escenas de valentía de aquellos, discípulos y discípulas, que llenos de Espíritu Santo responsabilizan a las autoridades religiosas del asesinato de Jesús. A riesgo de sus vidas se saben conscientemente testigos del crucificado-resucitado.
Hemos de reconocer con agradecimiento que, en la Iglesia, siempre ha habido cristianos valientes capaces de denunciar la corrupción, la explotación y los abusos de poder. Pero, tristemente, en otras ocasiones la Iglesia se ha llamado al silencio y, mucho peor, a la complicidad frente a tantas injusticias sociales.
Las comunidades cristianas, llamadas a ser presencia viva de Dios, debemos recordar que «Jesús recuerda cuánta gente es perseguida y ha sido perseguida sencillamente por haber luchado por la justicia, por haber vivido sus compromisos con Dios y con los demás. Si no queremos sumergirnos en una oscura mediocridad no pretendamos una vida cómoda, porque «quien quiera salvar su vida la perderá» (Mt 16,25)» (GE 90).
No es casual que el Papa Francisco nos urja a ser una «Iglesia en salida misionera» y en «las periferias», menos acomodada y más accidentada. Dejar los intereses particulares (apostando por el bien común) y la indiferencia (por la solidaridad testimoniada con obras) ha de ser una constante en comunidades impulsadas por el Espíritu del resucitado.
El evangelista Juan exhorta a las comunidades cristianas, expuestas a todo tipo de amenazas, a que no pierdan el ánimo y sigan siempre el camino de la verdad y de la vida que les marcó Jesús. Invitados estamos a fomentar una auténtica espiritualidad que nos haga más consistentes de nuestro compromiso a favor y en defensa de la vida. ¿Qué haces para alimentar tu vida espiritual y tu compromiso profético?

Fredy Cabrera

fuente del comentario CIUDAD REDONDA

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