Tratemos de explicar esta expresión de los estudiosos de la Biblia: “Podemos decir que la Biblia es la palabra de Dios en las palabras de sus autores humanos”.
Leyendo la “Palabra de Dios” en muchos relatos nos cuesta reconocer al Abba del que Jesús habla, son trozos bíblicos que asustan, y pensamos: Dios no pudo decir ni haber hecho esto.
Los estudiosos aclaran que la Biblia que tenemos en la mano es fruto de un largo proceso. Las “historias” que nos narran hacen referencias a acontecimientos ocurridos 2000 o más años AC. La transmisión oral era casi la única forma de hacer conocer los sucesos de un grupo humano, de una tribu; de boca en boca llegaban a las aldeas los relatos. Por las circunstancias de esa época para que estas noticias se conocieran en otros lugares, pasaba mucho tiempo y, por la característica de oralidad, llegaban con muchas variaciones e impresiciones.
Cuando las tribus nómadas se vuelven sedentarias (1000 AC en el caso del pueblo de Israel) comienzan a escribirse las tradiciones orales, con la intención de identificarse como un sólo pueblo en medio de las tribus que tenían culturas diferentes (filisteos, amonitas, cananeos, etc.). Así fue naciendo la historia del pueblo de Israel y de su Dios.
Algunos relatos son “historias míticas” (sobre la creación del mundo, por ejemplo) que ya existían en culturas vecinas y fueron adaptadas desde su fe en el Dios de Abraham. Surgen así los relatos que forman parte del libro del Génesis y del Éxodo.
La Biblia entonces ¿es Palabra de Dios, Revelación? ¿son sus autores inspirados? Ciertamente que sí, pero como dicen los especialistas en Biblia: Dios es autor de la Biblia en cuanto Él inspiró al pueblo de Dios en todos esos momentos del proceso. Al mismo tiempo los autores humanos de la Biblia son realmente los autores. Ellos escribieron esos textos con su propio lenguaje, usando sus propias expresiones literarias, y desde sus propias perspectivas históricas para darnos la palabra revelada de Dios. Entonces podemos decir que la Biblia es la Palabra de Dios en las palabras de sus autores humanos. En la tradición judeo cristiana, Dios es reconocido como alguien que habla a los hombres a través de los hombres que hablan de Él. «Él habló por los profetas», dice el credo”.
En los libros de la Biblia encontramos la revelación progresiva de Dios que llega a su plenitud en Jesús, el Cristo. Él nos revela al verdadero Dios (Jn 1,18; 1Jn 4,12 – «Nadie vio nunca a Dios»), y la verdad sobre el hombre.
Carlos Canillas, sj
Fuente: Click to Pray
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