En este primer día de peregrinar ofrece a Jesús como instrumento disponible a vivir la hospitalidad en tus ambientes. “La Iglesia es madre de corazón abierto que sabe acoger, recibir, especialmente a quien tiene necesidad de mayor cuidado. La Iglesia, como la quería Jesús, es la casa de la hospitalidad. Cuántas heridas, cuánta desesperanza se puede curar en un hogar donde uno se pueda sentir recibido. Para eso hay que tener las puertas abiertas sobre todo las puertas del corazón”. (Papa Francisco). La casa común se construye en la vida cotidiana, con otros, en los pequeños gestos de amor, confianza, misericordia y perdón. Ofrece tu día por las intenciones del Papa. Deja resonar estas palabras en tu corazón ¿Qué te dicen a ti?
Con Jesús durante el día:
«Jesús dijo a sus discípulos: Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios» (Mt 5, 9) ¿Eres hospitalario, sales al encuentro de tu hermano? Abre la puerta de tu corazón y de tu casa a quien se encuentra contigo.
Con Jesús por la noche:
¿A quiénes cobijaste hoy? ¿Recuerdas algún encuentro personal en concreto? ¿Qué te aportó ese encuentro?
Fuente El Evangelio en casa
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