domingo, 19 de agosto de 2018

COMPRENDIENDO LA PALABRA 190818

«Mi carne es verdadera comida, y mi sangre verdadera bebida»

    La representación sacramental en la santa Misa del sacrifico de Cristo, coronado por su resurrección, implica una presencia muy especial que -citando palabras de Pablo VI- «se llama»real», no por exclusión, como si las otras no fueran «reales», sino por antonomasia, porque es sustancial, ya que por ella ciertamente se hace presente Cristo, Dios y hombre, entero e integro». Se recuerda así la doctrina siempre válida del Concilio de Trento:«Por la consagración del pan y del vino se realiza la conversión de toda la sustancia del pan en la sustancia del cuerpo de Cristo Señor nuestro, y de toda la sustancia del vino en la sustancia de su sangre. Esta conversión, propia y conveniente, fue llamada transustanciación por la Iglesia Católica». Verdaderamente la Eucaristía es «misterium fidei», misterio que supera nuestro pensamiento y puede ser acogido sólo en la fe, como a menudo recuerdan las catequesis patrísticas sobre este divino Sacramento. «No veas -exhorta san Cirilo de Jerusalén- en el pan y en el vino meros y naturales elementos, porque el Señor ha dicho expresamente que son su cuerpo y su sangre: la fe te lo asegura, aunque los sentidos te sugieran otra cosa»...

    Ante este misterio de amor, la razón humana experimenta toda su limitación. Se comprende cómo, a lo largo de los siglos, esta verdad haya obligado a la teología a hacer arduos esfuerzos para entenderla. Son esfuerzos loables, tanto más útiles y penetrantes cuanto mejor consiguen conjugar el ejercicio crítico del pensamiento con la «fe vivida»de la Iglesia... «Toda explicación teológica que intente buscar alguna inteligencia de este misterio, debe mantener, para estar de acuerdo con la fe católica, que en la realidad misma, independiente de nuestro espíritu, el pan y el vino han dejado de existir después dela consagración, de suerte que el cuerpo y la sangre adorables de Cristo Jesús son los que están realmente delante de nosotros» (Pablo VI).

San Juan Pablo II (1920-2005)
papa
Encíclica Ecclesia de Eucharistia,15 - Copyright © Libreria Editrice Vaticana

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