martes, 5 de marzo de 2019

Comentario de la PALABRA

«Ya en este tiempo, cien veces más»

“Sembrad en justicia, dice el Señor, y recogeréis la esperanza de la vida”. No habla del último día cuando todo se nos dará realmente y ya no en esperanza; habla del presente. Cierto, nuestro gozo será grande, nuestra alegría infinita, cuando comenzará la verdadera vida. Pero ya la esperanza de un gozo tan grande no se puede dar sin gran gozo. “Que la esperanza os tenga alegres” dice el apóstol Pablo (Rm 12,12). Y David no dice que estará gozoso, sino que ya lo ha estado el día en que ha esperado poder entrar en la casa del Señor (Sl 121,1). Todavía no poseía la vida, pero ya había cosechado la esperanza de la vida. Y al mismo tiempo experimentaba la verdad de la Escritura que dice que no sólo la recompensa sino “la esperanza de los justos está llena de gozo” (Pr 10,28). Este gozo se produce en el alma de aquel que ha sembrado para la justicia, por la convicción que tiene de que sus pecados le son perdonados...

Cualquiera de entre vosotros, después de los principios amargos de la conversión, tiene la felicidad de verse aliviado por la esperanza de los bienes que espera... ya desde ahora ha recogido el fruto de sus lágrimas. Ha visto a Dios y ha escuchado de él: “Dadle el fruto de sus obras” (Pr 31,31). ¿Cómo es posible que el que ha “gustado y visto cuán bueno es el Señor” (Sal 33,9) no haya visto a Dios? El Señor Jesús aparece dulce a aquel que recibe de él no sólo la remisión de sus faltas, sino también el don de la santidad y, más aún, la promesa de la vida eterna. Dichoso el que ha hecho ya tan buena cosecha... El profeta dice en verdad: «Los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares» (Sl 125,5)... Ningún provecho ni honor terrestre no nos parecerá estar por encima de nuestra esperanza y de este gozo de esperar, desde ahora enraizado profundamente en nuestros corazones: “La esperanza no engaña, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado” (Rm 5,5).

San Bernardo (1091-1153)
monje cisterciense y doctor de la Iglesia
Sermón sobre el Cantar de los Cantares nº 37, 2-5

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