«En la catedral de Rabat encontré a los sacerdotes, a las personas consagradas y al Consejo Ecuménico de las Iglesias. Es un pequeño rebaño en Marruecos, y por eso recordé las imágenes evangélicas de la sal, de la luz y de la levadura (ver Mt 5: 13-16; 13:33) que leímos al comienzo de esta audiencia. Lo que importa no es la cantidad, sino que la sal dé sabor, que la luz brille y que la levadura tenga la fuerza de hacer que toda la masa fermente. Y esto no proviene de nosotros, sino de Dios, del Espíritu Santo que nos hace testigos de Cristo allí donde estemos, en un estilo de diálogo y amistad, para vivirlo; ante todo, entre nosotros los cristianos, porque, dice Jesús, “por esto sabrán todos que sois mis discípulos: si os amáis los unos a los otros” (Jn 13:35)»
Francisco
Audiencia General 03-04-19
Viñeta: Leonan Faro
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