Muchos han partido a conocer el mundo, sin saber cómo proceder, cómo acercársele, cómo sortear sus trampas.

Muchos han partido a conocer el mundo, sin saber cómo proceder, cómo acercársele, cómo sortear sus trampas. Han partido solos, especialmente cuando eran jóvenes y temerarios, sin conocer el peligro. Solos, sin un guía seguro y sin auxilio, o siguiendo a algún ciego espiritual, han sufrido lo mismo que los animales salvajes: han caído en alguna trampa, en alguna celada.
Veamos qué dice el Señor de quienes se atreven a aventurarse a conocer el mundo, siguiendo a un mal guía espiritual: “¡No les hagan caso! Son ciegos que guían a otros ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, los dos caerán en el foso” (Matei 15, 14).
Para que el hombre no sufra, entonces, lo que los animales salvajes, no importando si es joven o ya mayor, para que no sufra lo mismo que los ciegos que son guiados por otros ciegos, es necesario que se instruya y se deje guiar, en el conocimiento del mundo, por la Santa Escritura y los Santos Padres de la Iglesia. En ellos encontraremos certeza, porque son los únicos dignos de confianza.
(Traducido de: Arhimandritul Spiridonos Logothetis, Răspunsuri la întrebări ale tinerilor – Ortodoxia şi lumea, traducere din limba greacă de Părintele Şerban Tica, Editura Sophia, Bucureşti, 2012, pp. 27-28)
Traducción y adaptación: Jose David Menchu
Fuente: Sfinţii Părinţi ne învață cum să evităm capcanele vieții
Foto: Oana Nechifor
No hay comentarios:
Publicar un comentario