Señor y Rey de nuestras vidas,
si a dar la batalla salimos,
si fortalecido parece nuestro andar
es sólo porque Tú te haces presente.
Mantén tu fidelidad,
Libera de toda cautividad,
abre nuestros ojos,
endereza lo torcido,
guárdanos de todo mal,
haz justicia con el justo,
levanta al que se ha caído.
y envíanos la Lluvia,
que es Gracia, que es Consuelo,
que Santifica y todo renueva,
¡envíanos Tu Espíritu Santo!
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