El Santo Padre, Papa Francisco, nos dice cual la importancia del Rosario en su vida
Desde pequeño, Jorge Mario Bergoglio, nuestro querido Papa Francisco, tiene la costumbre de rezar el Rosario de la Virgen María diariamente. El Rosario mariano es, para el Santo Padre, una ayuda para vencer las propias fragilidades: “esto es lo que pienso sobre la fragilidad; al menos esa es mi experiencia. Una cosa que me hace más fuerte todos los días es rezar el Rosario a la Virgen. Siento una fuerza tan grande, porque voy a estar con ella y me siento más fuerte”. Su costumbre de rezar el Rosario todos los días esta conectado con las experiencias en familia con la Virgen María. Desde su infancia, vive esta devoción mariana, que permanece hasta los días de hoy: “Soy de Rosario diario”, testimonia el Sumo Pontificie.
Desde muy tierna edad, Jorge Bergoglio aprendió a rezar el Rosario, como parte de su herencia familiar italiana, aún sin los misterios luminosos, añadidos en el 2002 por el Papa Juan Pablo II. Durante mucho tiempo rezó el Rosario completo todos los días, hasta su llegada en el Vaticano, cuando tuvo que cambiar su practica de devoción a María: “Hasta que llegué aquí prácticamente rezaba los ‘tres’ rosarios”, es decir, los tres misterios Desde que fui a Roma, Francisco confiesa que no ha conseguido rezar el Rosario completo: “Aquí ya no. Acostumbro rezar solo un Rosario’. Más que eso no puedo, por la falta de tiempo y todo lo demás. Pero siempre, todos los días, rezo la Coronilla y lo recomiendo a las personas”. Él justifica su practica de devoción mariana de forma muy sencilla: “¡el Rosario me hace bien!”.
El Santo Padre explica que, en nuestra lucha contra el mal, nunca estamos solos: “María no nos deja solos; la Madre de Cristo y de la Iglesia está siempre con nosotros. Siempre, camina con nosotros, está con nosotros”. Como la Iglesia es militante en la Tierra y, al mismo tiempo, triunfante en el Cielo, también la Virgen María, en cierto sentido, participa de esta condición. La Madre de Dios entró de una vez por todas, en la gloria del Cielo, por lo tanto, esto no significa que ella esté lejos, separada de nosotros. Al contrario, “María nos acompaña, lucha con nosotros, apoya a los cristianos en la lucha contra las fuerzas del mal. La oración con María, en particular el Rosario – pero escuchen bien: El Rosario: ¿rezáis el Rosario todos los días? Pero no lo sé…. (los que están presentes gritan que: ¡Sí!). ¿No es? Entonces, la oración con María, en particular el Rosario tiene esta dimensión ‘de combate’, es decir, de lucha, una oración que apoya en la batalla contra el Maligno y sus cómplices”.
La práctica de oración diaria del Rosario mariano en la vida de Bergoglio esta directamente conectado a la devoción que su familia tenía por la Virgen Auxiliadora. “La Virgen María fue en casa una referencia”, cuenta el Papa Francisco. Él recuerda con cariño, que con su familia, participaba de las procesiones de María Auxiliadora, que sucede el 24 de Mayo. Tal devoción a la Virgen Auxiliadora de los cristianos se asocia a la proximidad de la familia con los salesianos de Don Bosco: “No es raro que hable con cariño de los salesianos de San Carlos. Todavía pequeño, aprendí e ir a la procesión de María Auxiliadora. […] Nos enseñaron a pedir la ‘bendición de María Auxiliadora‘ cada vez que nos despedíamos de un salesiano”.
De este modo, el Papa Francisco experimentó la eficacia del Rosario de la Virgen María en su batalla espiritual contra el Maligno. Él también dio el testimonio de cuánto el Rosario fue el auxilio eficaz para vencer sus propias debilidades. Porque, el Rosario de la Virgen María nos fortalece en la lucha contra el Demonio, contra el pecado y contra el espíritu del mundo. Con su vida, el Santo Padre nos enseña a valorizar la oración del Rosario especialmente en familia y la devoción a la Virgen María. Porque es la Santísima Virgen “quien nos lleva al Señor; es la Madre, es aquella que sabe todo”. Confiados en nuestra Madre, entregamos todo en sus manos,siempre recurrimos a ella principalmente por medio del Rosario. ¡Nuestra Señora del Rosario, Ruega por nosotros!
Natalino Ueda
Misionero de la Comunidad Canción Nueva
Misionero de la Comunidad Canción Nueva
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