martes, 25 de noviembre de 2014

CINCO PIEDRITAS CONTRA TU GOLIAT

 Les doy un arma contra Goliat, he aquí sus 5 piedritas

En las apariciones en Medjugore, Nuestra Señora nos ha hablado así:
“Queridos hijos, los invito a la conversión individual. ¡Este tiempo es para ti! Sin ti, el Señor no puede realizar lo que él quiere. Queridos hijos, crezcan día a día a través de la oración, siempre más para Dios. Les doy el arma contra Goliat, he aquí vuestras cinco piedritas:

1) Oración con corazón: El Rosario
2) La Eucaristía
3) La Biblia
4) El ayuno
5) La confesión mensual

Todos conocemos la historia de David y Goliat que se encuentra en el primer libro de Samuel: Los filisteos atacaban constantemente al pueblo de Dios y aquella vez los atacaron con un inmenso ejército, ellos no solo querían ganar a los judíos sino que querían llevárselos como esclavos, como era costumbre en aquella época. Hicieron una propuesta: “Elijan pues al que me enfrentará en nombre de ustedes. Si es capaz de vencerme y derribarme, entonces seremos sus esclavos; pero si yo lo venzo y lo derribo, ustedes serán nuestros esclavos y nos servirán”. (1 Sam 17, 8b). Los filisteos habían escogido a Goliat para luchar por ellos, pues era un hombre extremadamente fuerte, hábil en la lucha y gigantesco. A los judíos, les tembló el suelo. Goliat se mofaba diciendo:

“¿Cuándo será que su Dios preparará a un hombre que pueda vencer a los filisteos? Nosotros los venceremos a ustedes y a su Dios, los llevaremos a todos como esclavos”. (cfr. 1 Sm 17,8-9). David escuchó aquel insulto a su Dios y no se aguantó, se ofreció para enfrentar al gigante Goliat.  Al Rey le dio pena, pues era solo un niño ¡era imposible! Pero por otro lado, vio tanta determinación en aquel joven que no consiguió impedirlo. Ya que la armadura era muy grande para David, él fue al río, tomó 5 piedritas y colocó una de ellas en su honda, la tiró hacia la cabeza y ¡dio en el blanco! Aquella única piedra, cayó al centro de la frente de Goliat, quien cayó rostro en tierra. ¡David dio la victoria al pueblo de Dios!

contragoliat

Todos nosotros, hombres y mujeres, no somos más que niños, como David. Tenemos también un enemigo poderoso que está a nuestro alrededor y a quien quizá llamamos “mundano”. Este mundo, usa los medios de comunicación: televisión, periódicos, revistas, canciones, cantantes y muchas otras cosas para destruir y esclavizar al pueblo de Dios.
Nuestra Señora, Madre de Jesús, la victoriosa de las batallas de Dios, hoy te está dando estas cinco piedritas: “Les doy un arma contra Goliat, He aquí sus 5 piedritas”.

PRIMERA PIEDRA
LA ORACIÓN CON CORAZÓN: “EL ROSARIO”
Nuestra Señora pide que recemos todos los días, la oración del Rosario meditando los 4 misterios. La meditación va desde la anunciación del Arcangel Gabriel a nuestra Señora, hasta la coronación de la Santísima Virgen, como Reina del Cielo y la Tierra.
El Rosario es como un entrenamiento que te llevará hacia la oración de corazón. Cuanto más andas, adquieres más aliento y facilidad para andar ¿verdad? Sucede igual con cualquier otro deporte. Cuanto más entrenes, es mejor.

Si no logras rezar ni un misterio en todo el día, comienza por eso. Pero mira: quien camina o corre sabe que la distancia y el tiempo son fundamentales. Recorrer una pequeña distancia en un tiempo corto, no sirve de nada: es pérdida de tiempo. El Rosario es un entrenamiento para adquirir aliento en la oración.
Rezar el Rosario todos los días te va a entrenar en la oración. El será el entrenamiento para rezar de corazón.

SEGUNDA PIEDRA:
LA EUCARISTÍA
¡Es la piedrita más importante! ¡Todo converge para ella! El primer paso es la Eucaristía participada y celebrada. La Misa es el sacrificio de Jesús, actualizado para nosotros. En la Eucaristía, Jesús se está sacrificando, está siendo clavado en la cruz, derramando su sangre y muriendo por nosotros: es la actualización del sacrificio del calvario.

El segundo paso es la Eucaristía recibida en comunión. Necesitas ir a Misa cuantas veces puedas, hasta que se vuelva una necesidad: la misma de quien necesita alimentarse para estar vivo.

La complementación es la adoración a Jesús en la Eucaristía. Es un lindo camino el que Dios te está proponiendo: participar de la Misa, comulgar y adorar a Jesús en la Eucaristía, quien sabe, todos los días.
Comulgado y adorando a Jesús en la Eucaristía, nos vamos transformando en aquel a quien recibimos y adoramos.

TERCERA PIEDRITA:
LA BIBLIA
pejonasestudio1Es una piedra certera como la de David para vencer a Goliat. Leer la Biblia, escribir, meditar y vivir día a día la Palabra de Dios.
En la Biblia está todo el alimento y remedio que necesitas. Lo que no puedes hacer es quedarte “picoteando” la Palabra de Dios, leyendo un tramo de acá y otro de por allá… ¡no! Necesitas conocerla metódicamente.

También es importante saber en qué orden leer la Biblia, ya que no es un libro. Es una serie de 73 libros: como una biblioteca. Es obvio que nadie va a una biblioteca y comienza a leer siguiendo el orden en que los libros están acomodados en el estante, desde el primero hasta el último. Con la Biblia es así. Por lo tanto, es necesario tener un método para la lectura.

Agradezco mucho a Dios porque desde el inicio de la comunidad Canción Nueva, me inspiró y pude escribir enseguida lo que hoy se llama: “La Biblia en mi día a día”. Antiguamente se llamaba: La Biblia fue escrita para ti.

Yo me formé en esta escuela.
Puedo decir que soy resultado de este método de leer y trabajar con la Biblia. Yo y toda la comunidad Canción Nueva nacemos de este método inspirado en leer la Biblia y hacer nuestro diario espiritual todos los días. Somos los que somos por causa de la Biblia en nuestro día a día.

CUARTA PIEDRA:
EL AYUNO
¿Por qué ayunar? Muchos pueden estarse preguntando.
Así como existe la oración de espíritu, existe también la oración de cuerpo, que es el ayuno. Ayunando, tu cuerpo entero está orando, aún cuando no hagas ningún tipo de oración. Tu cuerpo, en ayuno, es una oración a Dios: Como la vela se va consumiendo, tú ofreces a Dios el más lindo sacrificio.

No es simplemente el hecho de no comer o de sufrir un poco por no comer. Es una cuestión sobrenatural. El demonio sabe de esto y le teme al ayuno. Fue Jesús quien dijo a sus discípulos: “este tipo de demonios no puede salir a no ser por la oración y el ayuno” (Mc 9,29)

Nuestra Señora no especifica, ella solo dice: el ayuno. Entonces ayune por lo menos una vez por semana, preferencialmente los viernes, que es el día propio de ayuno en la Iglesia: es el día de la pasión y muerte del Señor.

Inicialmente, nuestra Señora pidió un día de ayuno, después pidió también los martes. Si puedes hacerlo, hazlo! Si nunca lo hiciste, es correcto no hacerlo todo de golpe. Comienza haciéndolo un día y cuando adquieras un poco de práctica, ayuna dos veces por semana.
Es bueno recordar que mucha gente no hace ayuno porque no sabe cómo hacerlo y tal vez sea su caso. Piensas que es difícil y por eso, basándose en una dificultad sin fundamento, no lo haces. Aquí puedes leer un resumen del libro prácticas del ayuno, Es un librito de receta para quien quiera aprender a ayunar y desea usar fielmente esta piedrita.

El hecho es que Satanás ya atizó demasiado nuestra carne y ya le hemos dado demasiada cancha. El enemigo atizando nuestros sentidos, nos ha llevado a pecar por los ojos, oídos, lengua, tacto… desequilibrados, muchos pierden el control de sus sentidos y son presas fáciles de todo tipo de mal. Por eso, no se puede combatir sin el arma del ayuno. Con él, refrenamos nuestra carne.

Presta atención. Un caballo que está bajo riendas, ¡es una maravilla! Sin riendas, es un peligro. San Francisco acostumbraba llamar a su cuerpo “mi burrito”. Si él consiguió ser lo que fue y aún hoy es, fue porque supo colocar “su burrito” bajo riendas. Si quieres colocar “tu burrito” bajo riendas, como San Francisco, ayuna.

Especialmente si tu debilidad reside en la sexualidad, doma y adiestra ese “burrito” con el ayuno todas las semanas. Domada y llevada con riendas cortas, nuestra sexualidad es una bendición. Ella realiza el lindo proyecto de Dios. Sin riendas, ella se muestra desenfrenada y se vuelve un continuo peligro.

QUINTA PIEDRITA:
LA CONFESION MENSUAL
“Somos pecadores, no queremos serlo, pero lo somos. La propia palabra de Dios nos afirma que: “Todos pecaron” (c.f Rm 3, 23).

Así como para un enfermo, el primer paso para la cura es saber que está enfermo y para un deficiente físico el primer paso para superar la deficiencia es admitir su limitación, igualmente necesitamos reconocer que somos pecadores. Es por eso que cometemos pecados. Mucha gente piensa así: Porque cometo pecado, soy pecador. Es al revés, porque soy pecador, cometo pecados.

La suciedad que está en nosotros viene de dentro. La única forma de permanecer limpios es tomar un baño todos los días. La única forma de acabar con el pecado en nuestra vida es confesarnos regularmente.
¿Prestaste atención? Quien no se preocupa de la higiene se termina acostumbrando a la suciedad. Igualmente, si permanecemos mucho tiempo sin confesarnos terminamos acostumbrándonos al pecado y ya ni lo percibimos.

Es por eso que nuestra señora, siendo nuestra Madre, coloca en nuestras manos, como piedra para derrumbar a ese Goliat, la confesión mensual. Confesión, es abrir el corazón y lanzar lo que se tiene de malo hacia fuera. ¡Sin miedo! Si aún eres de aquellos que no se confiesa con el padre, porque el padre es también pecador… yo te digo: ¡es verdad! El padre es pecador, ¡como todo el mundo! Pero nadie más, además de los sacerdotes, recibió de Dios la autoridad de perdonar los pecados en su nombre. No caigas en esa tentación.

¡Se firme! Mensualmente haz una buena confesión

Agradezcamos a Nuestra Señora:

María, Reina de la Paz, mi Madre,
te agradezco mucho por las cinco piedritas para vencer a mi gigante Goliat!
María, Reina de la paz, graba en mi corazón estas cinco piedritas.
Quiero amarlas y practicarlas todos los días.
Intercede por mí, madre querida para que sea fiel a lo que me pides.
¡Quiero vencer al pecado!
Quiero caminar en santidad,
quiero siempre y en todo lugar perseverar en los caminos del Señor.
Madre querida,
¡muchas gracias por las cinco piedritas!
Ya me decidí: quiero vivirlas con fidelidad y amor.
Amén

Monseñor Jonas Abib – Fundador de la Comunidad Canción Nueva 
Libro “Generación PHN”
FUENTE Portal Canción Nueva en español

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