¿Te consideras una persona agradable?¿Tu personalidad es cautivante? ¿Te agrada tu cuerpo, tu forma de pensar, hablar y actuar?
¿Si pudieses, cambiarías alguna cosa en ti? Hago estas preguntas con el propósito de ayudarte a reflexionar un poco sobre la forma como te ves. Pues la autoestima baja puede ser un factor destructivo para la persona que no tiene conciencia de las consecuencias que causa.
Pero finalmente, ¿qué es la autoestima? El psicólogo norteamericano Edward Whitmont explica que “la autoestima se ocupa de imágenes, palabras y miradas que exprimen los juicios de valores que la persona hace sobre si misma.” O sea, para que una persona tenga alta autoestima, necesita tener una imagen saludable de si misma. Por eso, si no te gusta la imagen que todos los días reflejas en el espejo es señal de que algo en tu interior está en conflicto.
Si tu relacionamiento contigo mismo es rígido e inseguro, posiblemente tu autoestima está baja. Siendo así, te invito a aceptar el desafío de cambiar tu perspectiva en relación a ti mismo. ¡Si!. Vivir una conversión de mentalidad.
Creo que el primer paso para elevar la autoestima es tener conciencia de que esa inseguridad existe. Después de la concientización, es esencial dar pasos rumbo a la meta que es hacerse una persona estable y emocionalmente saludable. Busca ayuda a través de un buen psicólogo católico, dirección espiritual y oración de sanación interior. Para ter una alta autoestima es fundamental cambiar tu autoimagen.
Por lo tanto, es importante establecer una relación equilibrada con tu cuerpo, emoción y el intelecto. Se gentil, comprensible, flexible y amoroso contigo mismo. Amar es fundamental para vivir la orden que Jesús da en el evangelio de San Mateo: “ama a tu prójimo como a ti mismo”.
Misionera de la Comunidad Canción Nueva.
Presentadora del Programa Revolución Jesús y Vitrina de la Televisión Canção Nova
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