“No se puede hacer comunidad sin cercanía.No se puede hacer la paz sin cercanía.No se puede hacer el bien sin acercarse.Jesús podía decirle: ‘¡Que te cures!’.Pero no: se acercó y lo tocó. ¡Es más! En el momento en que Jesús tocó al impuro se volvió impuro. Y éste es el misterio de Jesús: tomar sobré si nuestras suciedades, nuestras cosas impuras. Pablo lo dice bien: ‘Siendo igual a Dios, no estimó un bien irrenunciable esta divinidad; se rebajó a sí mismo’. Y después Pablo va más allá: ‘Se hizo pecado’. Jesús se hizo pecado. Jesús se ha excluido, ha tomado sobre sí la impuridad para acercarse a nosotros”.Papa Francisco.
viernes, 26 de junio de 2015
CERCANÍA
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