“Estén despiertos y recen para que no caigan en la tentación” Mt 26,41Creemos en la venida del Señor y cantamos con fe: Él vendrá y no tardará. Como hijos amados de Dios, necesitamos estar preparados para su segunda venida, necesitamos estar vigilantes en oración cuando Él regrese. Por lo tanto, podemos glorificarlo en este gran día.
Cuanto más cerca estamos de una persona, más nos pareceremos a ella. Acerquémonos a Jesús en este día, y pidamosle la gracia de la intimidad, para que podamos imitarlo en todas nuestras acciones.
Recemos:
“Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad y memoria, todo mi entendimiento y voluntad, porque todo lo que tengo tu me lo has dado con amor. Todos los dones que me has dado, con gratitud te lo devuelvo. Dame sólo Tu amor, Tu gracia, porque eso me basta. Nada más quiero pedirte” (Oración de San Ignacio de Loyola).
¡Jesús, confío en ti!
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