sábado, 20 de junio de 2015

FIRMES EN LA ORACIÓN


Tenemos que empezar todo en oración, continuar en la oración y finalizar en oración. Cuando estoy frente a una situación: “Señor, ¿qué voy hacer con mi hijo o mi hija?”; estoy ante un hecho, tengo que dar una respuesta a mi hijo, a mi hija, no sé como educarlo (la). Entonces me pregunto:

- “¿Qué hago Señor?”
Y comienzo haciendo eso en oración, pidiendo al Señor, presentándome ante Él. Es necesario hacer de aquella pregunta una oración, yo comienzo todo orando y preguntando al Señor, con toda humildad:

- “Señor, yo necesito una respuesta”.
Y esa humildad es la llave de todo. Lo que nos molesta mucho es el orgullo. Creemos que ya sabemos todo, que somos capaces de resolver todo. Entonces, aprendemos a empezar con toda la humildad, diciendo:

- “Señor, yo no sé que hacer, yo no sé cual es el mejor camino”.
Después pregunto en oración y me dispongo a esperar la respuesta en oración. No voy a esperar que Dios me responda pronto. Muchas veces, Él va tardar para responder y yo pacientemente, continuo rezando, continuo escuchando a Dios, hasta tener la respuesta.

¡Dios te bendiga!
Tu hermano,
Monseñor Jonas Abib
Fuente: Canción Nueva en español

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