Muchos no quieren oír a Dios.
Muchos me preguntan: "padre, por qué tenemos dificultades para oír a Dios?"
Le respondo: "Por dos motivos: el primero es causado por la agitación del mundo exterior,
pues Dios se oye en el silencio. El segundo es causado por el miedo al cambio que va a acontecer.
Existen muchos en una región confortable de su vida que no quieren cambiar.
¿Quieres continuar siendo la misma persona?
¿O quiere oír a Dios y cambiar tu vida, hacia una vida feliz?
¡Dios te Bendiga!
p. Cleidimar
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