Ser cristiano es seguir a Jesús hasta el fin
Si tu sanación y tu liberación no vienen como fruto de una experiencia divina, de nada valdrá
La carta de San Pablo a los filipenses es una enseñanza muy dura. En ella Pablo habla de los fieles y de los infieles. El Papa Francisco haciendo un comentario sobre esta lectura dijo que hoy en día aún hay esos dos tipos de cristianos, como los de la carta de San Pablo. Según él, la diferencia es que hay un grupo fiel a Dios, amigos de la cruz, y otro grupo que son enemigos de ella. El Papa dijo que esos paganos son como “barniz” de cristianos.
¿Quien está buscando sanación y liberación? ¿Quién está buscando a Jesucristo? No sirve buscar la cura y liberación y después volver a la vida vieja, no puedes buscar las cosas de Dios con intereses porque si tu sanación y tu liberación no vienen como fruto de una experiencia divina, de nada valdrá.
En el mundo de hoy queremos el Dios de los milagros, prodigios y señales; sin embargo nos olvidamos de que este Dios es Aquel que dio su vida por nosotros.
Imaginemos que estamos en una caravana con varios carros, uno detrás del otro. El jefe de la caravana está siempre delante y los demás se acompañan mutuamente. Los que están al final no siempre logran ver al jefe por eso siguen al carro que está delante. Seguir Jesús es andar detrás de El, sin embargo en nuestra vida el pecado nos ciega y hace que nos sintamos perdidos. El pecado te cegó. Una persona que está en pecado cree que está en el camino correcto pero en realidad está ciega, sorda y muda.
¿Detrás de que has estado? ¿De la ganancia, del tener y del poder? ¿Eres un cristiano auténtico o un cristiano de fachada, un sepulcro blanqueado?
En esta caravana imaginemos que el último carro se perdió. Si estabas siguiendo a Jesús en la caravana y te perdiste de El por tus pecados, para y pide ayuda para el Jefe de la caravana y vuelve. ¡El te está esperando!
Esa persona que no paró, no pidió ayuda, puede que no logre volver a la caravana. Tal vez esa persona seas tú. Entonces, no tengas vergüenza de pedir ayuda, anda al confesionario, confiésate. Si se trata de uno de tus amigos, tráelo de vuelta a Dios, ayudalo, porque puede ser que él no tenga fuerzas para volver solo.
Muchas veces lanzamos todo encima de Dios como si El fuese un objeto y tu un niño engreído. ¿Qué tipo de cristiano estás siendo? ¿El cristiano que fue bautizado pero nunca más volvió a la Iglesia, o el cristiano fiel que asumió al Señor con todas sus consecuencias?
Algunas veces, pensamos que seguir a Jesús es no tener sufrimientos, pero El nos permite ser humillados, abandonados e insultados como El lo fue. Y nosotros, en vez de percibir que el Señor está dándonos la oportunidad de parecernos a El en la cruz, preferimos huir. Quiero que entiendas que no estoy diciendo que seas masoquista, sino que te estoy invitando a percibir que no estás solo, que el mismo Dios vivió lo mismo que tu.
Presentamos a Dios el tamaño de nuestros problemas como si ellos fuesen más grandes que el Señor. Sin embargo no podemos continuar rezando así. Tenemos que presentar a nuestro problema, el tamaño de nuestro Dios. El Señor solo podrá hacer algo si le abres las puertas de tu corazón.
Con el Evangelio de hoy el Señor nos pide que usemos nuestros dones para huir del pecado, de las ocasiones de mentira y que utilicemos de la astucia para conquistar el cielo. Somos peregrinos en este mundo, estamos de paso. Luchemos contra los celos, la envidia, las carencias. Luchemos contra las palabras que nos destruyen.
Pidamos al Espíritu Santo que nos ayude a salvar almas y que haga de nosotros un ejército que lucha y no desiste. ¡Mujeres, maridos, padres e hijos, no desistan unos de los otros!. Nosotros ya abrimos las puertas de nuestro corazón, ahora hagamos lo que el Señor quiera de nosotros.
Padre Arlon Cristina
Comunidad Canción Nueva
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