¿Qué hacer frente a la angustia por no poder quedar embarazada?
¡El sueño de ser madre es increíble! La maternidad no es un simple acto de decidirse a tener un hijo, sino algo que surge primeramente en el corazón. Después, es como si el cuerpo de la mujer diese señales de que ella es capaz de engendrar un ser. Aunque sepa que esta decisión va a cambiar completamente su vida, ella siente dentro de sí un deseo que aumenta cada día.
Ser madre no es algo mágico, es una decisión que tiene que partir de la pareja, que comienza a buscar medios naturales. Es así como se inicia el proceso. Pero, ¿qué hacer si después de esperar un tiempo para quedar embarazada, esto no acontece? Recurrir a médicos y pasar por exámenes tan dolorosos y estresantes. Todo para generar una vida. Pero esa espera genera un desgaste mental, emocional y hasta físico.
¿Y si el sueño de ser madre demora?
La mujer es bien diferente al hombre en este tiempo de espera y sufre más, porque ella siente en su cuerpo que no funcionó y esto para ella es mucho más dificil.
Ya el hombre siente también ese deseo por ser padre, se entristece pero no es tan notorio como en la mujer pues ella llora, se entristece y hasta se deprime, tiene ganas de desistir, piensa y se cuestiona: “¿Por qué todo el mundo menos yo?”, “¿Cuándo podré conmemorar el Día de las Madres?”. “Ya pasó un año y hasta ahora nada’.
=>Oración para quien espera quedar embarazada
Cuando la mujer llega a esta situación es necesario tener mucho cuidado porque es en ese momento que pueden surgir ciertas crisis conyugales, queriendo echar la culpa al otro. Lo que debía volverse un sueño para los dos, puede transformarse en una enorme pesadilla que desgaste la relación.
Un dia conversando con una amiga, ella me dijo que una mujer había hecho de todo para quedar embarazada, había gastado mucho dinero en médicos especialistas pero un día uno de esos médicos le dijo:”Yo puedo ayudarla con todos los medios de medicina para que quede embarazada, pero es Dios quien da el soplo de vida, eso no le puedo dar”. Eso hizo que yo, frente a mi sueño, me detenga y comience a reflexionar, porque frente a mi expectativa y ansiedad por ser madre, yo no estaba viendo que mi decisión debía estar centrada en Dios.
A partir de ahi busqué los medios naturales de la medicina y esperé que la voluntad del Señor se cumpla en mi vida. Se que cuando queremos algo, puede que esto no sea tan simple, más aún cuando se trata de un sueño. Pero frente a las contrariedades de la vida, encarar eso puede ser un proceso muy doloroso.
Mes a mes te la pasas esperando el tan soñado “positivo” y nunca llega. Apenas tienes unos dias para recuperarte de esa frustración y comenzar todo nuevamente. Esa espera duele, cansa y a veces nos lleva a querer desistir.
Llevó un buen tiempo para que entienda eso pero comencé a pensar diferente, a ver que nuestra vida está en las manos de Dios y solo El sabe lo que es mejor para nosotros. A partir de ese momento percibí que El mismo cuida de todo y las esperas ya no duelen tanto. Pasé a creer que un día, lo lograré.
“Es en el fuego que el oro y la plata son probados y en el crisol de la humillación los hombres son agradables a Dios” (cf. Eclo 2,5) Ese pasaje de la Biblia se encaja muy bien durante esa espera. Como ya lo dije este es un tiempo de luchas, pero lo más doloroso son las personas que prueban nuestra fe con comentarios del tipo: ¿Por qué no vas a tal clínica? ¿Por qué no rezas menos? Así te sobraría tiempo para tener hijos”. Aunque estén los que simplemente digan: “No tienes hijos verdad? No puedes conmemorar eso o aquello”. Sin dudas, comentarios así son como una espada en el corazón. En esos momentos es necesario tener mucha fe en Dios para no caer en la tentación y dejar que nuestra fe se mueva por el simple hecho de que aún no haya alcanzado la gracia de la maternidad.
He meditado en esta frase: “Dios no demora, El se luce”. He rezado dos pasajes de la Biblia que me ayudan en este tiempo de espera: la historia de Ana “(…) soy una mujer afligida, no bebí ni vino ni alcohol pero derramo mi alma en la presencia del Señor” (I Sam 1,15); y los versículos 13 y 14 del Salmo 27: “Se que veré los beneficios del Señor en la tierra de los vivos! Espera en el Señor y se fuerte. Fortifica tu corazón y espera en el Señor”. Lo importante es esperar en Dios y no desanimar! Esa es la experiencia que he hecho.
En este tiempo de espera Dios ha trabajado mucho en mí. Ya aprendí que El es el Señor del tiempo y que no sirve querer apurar las cosas. “Para que apurar el río si él corre por su propia cuenta?” Eso sólo hará que el sufrimiento aumente. Y es necesario colocar toda esa expectativa en Dios y dejar que El mismo actúe en el tiempo oportuno.
Por: Fabiana Oliveira – Brasil
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