¿Cómo ministrar música en la Adoración Eucarística?

Para ministrar la Adoración Eucarística el músico de be ser un adorador

“La Iglesia vive de Eucaristía” Es una expresión muy apreciada por San Juan Pablo II. El la usó para escribirnos una linda encíclica sobre el tema. Todos los años la Iglesia celebra un momento especialísimo en honra a Jesús Eucarístico en la Solemnidad del Corpus Christi.

No existe ninguna otra solemnidad fija en el calendario liturgio dedicado exclusivamente a alguno de los otros seis sacramentos. La Iglesia Católica es cristocéntrica, por eso dedica un momento honroso y solemne a la presencia real de Jesús en el Santísimo Sacramento. Los momentos más solemnes de nuestra liturgia no se realizan sin el acompañamiento de la música sagrada. De hecho, el canto sacro realza y confiere dignidad al culto divino. Tal ministración colabora – y mucho- para el ejercicio piadoso de la devoción.

La Iglesia en un documento sobre la disciplina de los sacramentos - Redemptionis Sacramentum – afirma que “El Culto que se da a la Eucaristía fuera de la Misa es de un valor inestimable en la vida de la Iglesia. este culto está estrechamente unido a la celebración del Sacrificio Eucarístico. Por lo tanto, promuevase insistentemente la piedad para la Santísima Eucaristía, tanto privada como pública, también fuera de la Misa, para que sea tributada por los fieles la adoración a Cristo, verdadera y realmente presente. []”. (n. 134).

Sobre la música en la hora de la celebración de la Santa Misa ya se habló mucho sobre el asunto y mucho se sabe al respecto. Mientras tanto, quiero precisar algunos detalles sobre el momento de la Adoración Eucarística en si. De modo práctico el ministro de música necesita estar preparado para ejecutar el canto o la música en el momento del translado del Santísimo Sacramento hasta el altar. Durante la Adoración a Jesús Eucaristico (intercalando momentos de silencio o meditaciones dichas) hasta el momento que precede a la bendición. Despúes de la bendición (en silencio) y las oraciones finales, se entona otra música para el traslado del Santísimo Sacramento hasta el sagrario.

Las canciones para esta ocasión deben claramente prestar honra y adoración a Jesús Eucarístico. A lo largo de los siglos la Iglesia reverencia la Santa Eucaristía con himnos densos en teología, belleza armónica y melódica. Puedes buscar sobre ‘Ave Verum’ (de Mozart!); ‘Panis Angelicus’, ‘Pange Lingua’ o ‘Adoro te devote’. Sé que los nombres están en latín pero recuerde de que la historia ( de dos mil años) de la música católica pasa por el idioma que aún es el oficial de nuestra Iglesia. Todas esas canciones tienen traducciones que se encuentran fácilmente. Ellas sirven de inspiración textual para nuevas composiciones, con ritmos más modernos o no, que de la misma forma, puedan dignamente honrar al Santísimo Sacramento.

Un último pero no menos importante punto a ser seriamente observado: no sabe ministrar dignamente la música sagrada en honra a la Eucaristia aquel músico que no tiene vida eucarística ni experiencia de adoración personal. Su experiencia personal de encuentro con Jesús Sacramentado es el punto de partida para que el ejercicio de su ministerio lleve a otros a adorar verdaderamente. Muchos buscan a Dios: pobres, ricos, sabios, justos y pecadores… pero aquellos a quien Dios busca son los que “adoran en espíritu y en verdad” (Jn 4,24). ¡Recuerde eso para cumplir tu misión de músico adorador!

Padre Delton Filho
Compositor, escritor y fundador de la Comunidad Coração Fiel

fuente Canción Nueva