“Es Dios quien, más allá de la buena disposición de ustedes, realiza en ustedes el querer y el actuar.” (Fil 2, 13).
La gracia de Dios actúa en nosotros cuando la pedimos y estamos abiertos a recibirla. En su inmenso amor, Él está siempre dispuesto a darnos a manos llenas.
¿Cómo recibes de Dios todo lo que te da? Hoy, pon atención a tus palabras y acciones a fin de promover la hermandad, el servicio a los otros y la paz.
Ofrece tu día para que más personas en el mundo sean constructores de paz dejando a Dios actuar en ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario