Es peor la muerte del alma y del espíritu. Si crees que es difícil dejar ciertas situaciones, recuerda que el Padre está esperando por ti. No tengas miedo, el Señor está esperando por ti. No para mal, sino para tu bien, porque Él te ama y quiere “cuidar de ti” con su misericordia. Cuando menos lo esperes, él va te acoger.
Díle al Señor: “¡Tómame pronto, Señor! Yo necesito ser acogido por Ti, sino, no podré llegar”.
“El que vive en Cristo es una nueva criatura: lo antiguo ha desaparecido, un ser nuevo se ha hecho presente”
II Cor 5, 17
En el primer momento que el corazón para de latir, el médico dice: “No hay más esperanza”, pero al hacer el proceso de resucitar al paciente, el corazón vuelve a latir y todo se hace nuevo, y lo que se perdió vuelve a la vida.
Demos a Dios esta alegría. Todo aquel que esta en Cristo es una nueva criatura, es cuestión de simplemente sumergirse en la misericordia de Él.
No niegues a Jesús. ¡Si te sumerges en la misericordia del Señor, saldrás limpio! Da esta alegría para Él. En el estado que estás hoy, sumérgete. Es solo sumergirte que saldrás del otro lado, limpio.
No recibas la gracia de Dios en vano. El señor es siempre misericordioso, es solo decidir y sumergirse en ella. Hoy, es el día de la salvación. Sumérgete en la misericordia del Padre.
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