Una gran gracia que hemos recibido es el bautismo en el Espíritu Santo,
bautismo que comenzó en 1967 y está sucediendo hasta hoy,
transformando personas.
Yo te puedo decir que la gran gracia que ocurrió en mi vida fue el bautismo en el Espíritu Santo.
Quedé totalmente transformado!
No hubo un gran cambio en el inicio, fue aconteciendo todo de a poco.
Dios fue realizando maravillosos cambios en mi.
Hoy, ya no soy el mismo.
Sé que todavía hay mucho por hacer, pero día a día el Espíritu me va cambiando.
Necesitamos ser bautizados continuamente en el Espíritu Santo.
Permite que esa experiencia se alargue en ti y se haga siempre nueva.
Como una planta que siempre se renueva, el bautismo en el Espíritu quiere así renovarse en ti.
Como el Espíritu Santo es "Santo", Él va a transmitir aquello que Él es.
Ser santo es la esencia de Él.
Donde hay agua, ella está mojando;
donde hay fuego, él está quemando,
donde hay Espíritu Santo, Él está santificando.
El Espíritu Santo quiere reposar sobre ti y hacer de ti
una criatura nueva,
totalmente nueva.
Tu hermano,
Mons. Jonas Abib
Fundador Comunidad Canção Nova
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