Somete tu temperamento al Espiritu Santo
No tengas miedo de tener un temperamento difícil, pero tampoco pares en él. Debes esforzarte para ser como Pablo, cada vez más parecido a Cristo, aunque necesites ser violento contigo mismo. Eso no quiere decir dañarte físicamente, sino controlar tu temperamento con todas tus fuerzas. Dios no va a tomar en cuenta qué tanto conquistaste, sino qué tanto luchaste.
David también era colérico. Los grandes hombres de Dios tuvieron un temperamento difícil: San Francisco de Sales, Don Bosco, David, Paulo etc. Por eso, no desanimes: ¡lucha!
La actitud de David en la primera lectura, es propia de quien tiene un corazón cambiado. Un corazón que el propio espiritu fue modelando durante persecuciones, un corazón que no odia a su enemigo, sino que lo perdona. Un corazón formado por el Espíritu.
Tu necesitas tener un corazón como el de David; entonces, pide al Señor la gracia de un corazón manso y humilde.
Su hermano,
Monseñor Jonas Abib
Fundador de la Comunidad Canción Nueva
Fundador de la Comunidad Canción Nueva
No hay comentarios:
Publicar un comentario