El Señor quiere derramar el Espíritu Santo.
Que la llama del Paráclito derramado sobre nosotros, nos inunde y nos llene por entero.
El avivamiento que el Señor quiere traer para todos nosotros son los dones del Espíritu. En la profecía de Joel:
"En los últimos días, dice el Señor,
derramaré mi Espíritu sobre todos los hombres y profetizarán sus hijos y sus hijas;
los jóvenes verán visiones y los ancianos tendrán sueños proféticos.
Más, aún, derramaré mi Espíritu sobre mis servidores y servidoras,
y ellos profetizarán.
Haré prodigios arriba, en el cielo, y signos abajo, en la tierra:
verán sangre, fuego y columnas de humo.
El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre,
antes que llegue el día del señor, día grande y glorioso.
Y todo el que invoque el nombre del Señor se salvará”
He 2,16-21).
Esta profecía es para todos.
Hagamos de todo para que el avivamiento suceda en nosotros y en toda la Iglesia.
¡Ven, Espíritu Santo!
Mons Jonas Abib
Fundador Comunidad Canción Nueva
fuente: mensaje del día portal Canción Nueva en español
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