Muchos adolescentes, muchos jóvenes, necesitan pedir perdón a Dios,
pedir que Él los repare y rehaga.
Tal vez hallas estropeado de tal manera a alguien que ahora es casi imposible de rehacerlo. ¿Quién será capaz de rehacer aquello que irresponsablemente has roto?
Tal vez tengas que pedir a Dios, el único capaz de restaurar, que rehaga a la joven que heriste irresponsablemente. Tal vez la heriste en su cuerpo... o aún más, en su alma, en su espíritu, en sus afectos... ¡Cuántas personas debes haber quebrado!
Pide perdón delante de Dios.
Pide al Señor que Él rehaga lo que tú no eres capaz de rehacer.
Gracias a Dios Él es capaz de restaurar.
Si en tu acto de contricción lo pides, Dios tiene los medios para restaurar lo quebrado.
Las ruinas que has dejado son un peligro para muchos. Porque una joven herida, machucada, destrozada, acaba siendo un peligro para otros. Cuántas jóvenes se volvieron chicas "de programa", terminaron en la prostitución! Cuántas no llegaron a eso pero viven en el resentimiento, en el mayor dolor.
Se volvieron personas amargas porque fueron "quebradas"
Si no tienes manera, si no tienes cara para pedir perdón, por lo menos pídelo en el corazón. Por lo menos pídelo delante de Dios, delante de San José que fue hombre; delante de la Virgen María, que fue mujer: ella que es madre va a saber cuidar de aquellas que has quebrado.
Pide perdón.
Tu hermano,
Mons. Jonas Abib
Fundador Comunidad Canção Nova
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