“Los fariseos y los doctores murmuraban: Este recibe a pecadores y come con ellos. Jesús les contestó con la siguiente parábola: Si uno de ustedes tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va a buscar la extraviada hasta encontrarla?” (Lc 15, 2-4).
Todos sabemos que no, y allí radica la locura del amor de Dios. El amor de Dios no tiene lógica, no se entiende, solo se recibe y se irradia.
Demuestra amor hablando con mesura, sin levantar el tono de voz. Ofrece este día por la intención del mes.
Padrenuestro....
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