Busca un lugar tranquilo y apártate para cerrar el día. Agradece lo que hayas recibido hoy.
Repasa los lugares que hoy has visitado. ¿Cómo te has sentido? ¿Qué te han dejado en el corazón?
Tómate un tiempo para hablar con Dios sobre tu paso por esos sitios y pídele a Él que te dé una palabra sobre ellos.
Apunta lo que descubras y pide ayuda a Dios para iniciar un nuevo día.
Dios te salve, María...
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