Jesús instruye a sus discípulos sobre el perdón y la reconciliación. Tú también eres su discípulo y estás invitado por Jesús.
La ternura tiene que ser una revolución, un escándalo sin medida.
Perdonar y reconciliarse con el hermano siempre. Lleva una palabra de amor, de esperanza, una mano amiga, una sonrisa, un gesto amable, un abrazo, apoyo en las dificultades.
¡Reparte ternura y que se note!
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