¡Vivir reconciliados significa vivir continuamente perdonando y siendo perdonados! Sólo al morir a nosotros mismos, recibimos la gracia reconciliadora a cada instante. Tengamos los ojos fijos en el Señor, en el mismo corazón de Jesús, donde no hay sombra de resentimiento, amargura o de vuelta a sí mismo. El corazón de Jesús es todo amor, en Él está la fuente de toda unidad y aceptación del otro, porque Él nos acepta como somos.Jesús está entre nosotros. Él sigue defendiendo a cada hijo Suyo, como defendió A la mujer adúltera: "Si nunca has pecado, arroja la primera piedra". Siempre Dios debe estar en primer lugar en nuestra vida y después debe venir el hermano. Esta es la perfección del verdadero perdón: " Todo lo que primero pasa por Dios se santifica, de lo contrario es un mero acto humano, que simplemente trae alivio del dolor y bienestar humano; el verdadero perdonar y ser perdonado, genera vida nueva y comunión de corazón ".Vivamos reconciliados A ejemplo de Jesús, que aun siendo crucificado, vive reconciliado con el hombre, pues ÉL se da continuamente como alimento en la Eucaristía. Él que en lo alto de la Cruz dijo: "Perdónalos porque no saben lo que hacen".
Tu hermano,
Monseñor Jonas Abib
Fundador de la Comunidad Canción Nueva
Adaptación del original en portugués
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